lunes, 19 de diciembre de 2011

Una de samurais

Buenas, he decidido contar como son los clanes samurais que estuve estudiando durante años allá en Japón. Ustedes se preguntarán ¿por que ese viaje? ¿por que esa cultura?, os lo diría si supiese el porqué supongo que un impulso de mi alma o de mi corazón me llevó a estudiar tal cultura.

Durante mi vida observé los clanes, su comportamiento ante la gente que no está vinculada a su clan, la aceptación que tienen ante este tipo de personas, el tiempo que se debia pasar para ingresar en uno de estos clanes, su forma de política, su religión. Y la verdad que hubo algunos clanes que me llamaron especialmente la atención y de los cuales voy a hablar ahora mismo.

Empezaré con el clan Katoru, era un clan que a primera vista impactaba porque no tenian forma de gobierno cada uno podía hacer lo que quisiera sin que lo que hiciera le salpicara al resto del clan, en un principio parecia el clan mas liberal pero una vez empecé a investigar mas me di cuenta de que eso no era asi, si no que había un dios, alguien a quien rezaban, le daban sus bienes y hacían lo que fuese por él. Creo recordar que hubo un joven Katoru que era ateo y no creia en ese dios, y por eso no era expulsado simplemente no creia en su dios y el resto del clan lo aceptaba, pero un día una parte del clan Katoru le convenció en que debía creer en el mismo dios que creian todos, y acabó guiando su vida ante las palabras de su dios.
Sin embargo, dando igual este dios suyo, cada uno hacía lo que quisiese pero gran parte de su vida estaba vinculada de alguna forma a la manera de vivir que le pedía su extraña y singular religión. Hace tiempo que perdí contacto con este clan, pero se unas historias del mismo que son algo mas que apasionantes, debería contarlas.
Como bien he dicho hace mucho que no se nada de este clan, pero la ultima vez que lo observé me di cuenta de que uno de los nuevo integrantes de este clan intentaba fundar un imperio siendo él el emperador al que hay que preguntarle antes de hacer cualquier acto y el que aprueba ciertos actos dentro el clan, todo esto claro está que debería ser beneficioso para el gobernador (algo de lo que el clan ni se coscaba) y deberia ir con la doctrina de su religión.

La verdad es que este clan me apasionaba, excepto en sus ultimos momentos cuando aquel clan se truncaba por culpa del intento de nuevo gobierno de ese nuevo miembro.

Ahora paso a explicar el segundo clan que estudié, la verdad es que tambien es el ultimo que he estudiado, hay que contar que solo tengo 19 años escasos de vida y en ese tiempo solo me ha dado tiempo a estudiar estos dos. En el segundo clan llamado "El Gran Clan Hyta" se trata de un clan el cual comparte dios con los Katoru, de hecho ambos clanes son muy amigos. En este clan lo importante es conquistar todas las islas de Japón e implantar su religión a traves de la fuerza bruta, es decir, la violencia. Carecían de costumbres, de moral, lo unico que tenían era la ética implantada por su religión. Destruyeron ciudades enteras, mataron familias inocentes, sucumbieron imperios de un tamaño muy superior al suyo, y todo esto con un ejercito no formado por mucho mas de 50 hombres, los lectores se los imaginarán fuertes, rudos, pero no, al contrario, eran canijos, pequeños, nadie sabe donde está su secreto para ser el imperio mas fuerte de todo Japón, algunos dicen que le vendieron el alma al diablo, otros dicen que por su falta de moral pueden hacer cosas que el cerebro humano no podría concibir jamas de los jamases, yo, sinceramente, no sabría que decir.
La verdad es que la forma de gobierno de este imperio era una democracia directa sin jefe alguno, excepto un cabezilla que maniobraba al ejercito para las batallas, pero que no tenía ningún privilegio a la hora del sufragio.

Estos son los dos clanes que he estudiado a lo largo de mi vida, la verdad es que son unos clanes un tanto extraños, pero cada uno a su forma es único y gracias al estudio de estos clanes gente como yo ha aprendido mucho de como se debe vivir en una cultura como esta. Otras personas detestan a estos clanes, o los ignora, o los excluyen de sus vidas (algo extremadamente dificil), y la verdad es que ese no deberia ser el paso a seguir por estas personas, ya que si a mi no me gusta salir a la calle pues no salgo, me quedo por siempre en mi casa, ¿y que pasaría? pues que sería un ser asocial y eso hace que nuestro cerebro no se desarrolle de forma correcta para esta nuestra sociedad. Pues al igual que puede influir en nuestro cerebro la sociedad, igual puede influir el conocer estos clanes, adquiriendo cierta sabiduría y pudiendote llevar a unos extremos morales que ninguno de nosotros podriamos experimentar nunca.

2 comentarios:

  1. El problema no son los clanes que pululan el Japón. Ni si quiera Japón en sí, ni mucho menos los emperadores. Lo que importa aquí no es más que el pertenecer a un buen clan.

    Ni más ni menos.

    Hay que saber cual es tu clan y cual no lo es, o tal vez cual podría ser. Si lo has encontrado ya es mucho, pues no todo el mundo lo consigue en una vida.

    Un saludo

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  2. Yo prefiero observarlos de lejos, y cuanto menos me salpiquen , mejor. Es más, si saliesen totalmente de mi vida sería muy muy feliz. Que no quiere decir que no lo sea ahora, ellos no tienen poder para influir en mi felicidad; es sólo que, a veces, por su culpa me salpican ciertas cosas. Hay ciertas cosas en la vida que podemos obviar, no de forma total, sino de forma sabia: sabiendo que existe pero pasando de ellos. La ignorancia verdadera nos hace ciegos.

    Por mi parte, prefiero no pertenecer a ningún clan más que al mío propio. Esta exzperiencia me ha traído siempre mucho mal.

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